bienvenido a mi mente y a mis emociones

sábado, 24 de noviembre de 2012

XXIII

—¡Buenos días! —dijo el principito.
—¡Buenos días! —respondió el comerciante.
Se trataba de  un comerciante de píldoras perfeccionadas que quitan la sed. Si se  toma una por semana y ya no se sienten ganas de beber. 
—¿Por qué vendes eso? —preguntó el principito.  —Porque con esto se economiza mucho tiempo. Según el cálculo hecho por los expertos, se ahorran cincuenta y tres minutos por semana.
—¿Y qué se hace con esos cincuenta y tres minutos?
—Lo que cada uno quiere... "
"Yo, sí tuviera  cincuenta y tres minutos libres para gastarlos en lo que quisiera—pensó el principito— me dirigiría tranquilamente hacia una fuente..." 

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